RETO TOKIO CAPITULO 16 - GIMNASIO POKEMON (KANA-BOON/Silhouette)
El sol se alzaba sobre Nara, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y dorados mientras Rey Potro avanzaba por un sendero bordeado de cerezos en flor. La ciudad, famosa por su historia milenaria y sus ciervos sagrados, ahora mostraba un espectáculo que desafiaba toda lógica: entrenadores de Pokémon y sus criaturas llenaban las calles empedradas, entrenando y desafiándose unos a otros en combates amistosos. El aire estaba impregnado de energía y entusiasmo, con gritos de ¡Ése es mi Pokémon! y ¡Adelante, Pikachu! resonando en cada esquina.
Rey Potro, conociendo bien a estas criaturas gracias a sus propias aventuras, sonrió al ver la familiaridad del mundo Pokémon fusionada con la cultura japonesa tradicional. A su lado, sus fieles compañeros -Bulbasaur, Squirtle, Scyther, Eevee, Luxray y Dratini- caminaban con él, listos para cualquier reto que se presentara.
Mientras avanzaba por el bullicioso mercado, Rey Potro se topó con una figura conocida: Ash Ketchum, el legendario entrenador de Pueblo Paleta, con su gorra roja y su inseparable Pikachu en el hombro.
— ¡Rey Potro! ¡No esperaba encontrarte aquí! —exclamó Ash, acercándose con entusiasmo.
— ¡Ash! ¡Qué sorpresa verte! Parece que el destino siempre encuentra la manera de reunirnos —respondió Rey Potro con una sonrisa.
Ash le contó que también había llegado a Nara por casualidad, atraído por la fama del torneo Pokémon que se celebraba en el centro de la ciudad.
—Deberías participar, Rey Potro —dijo Ash—. Sería una gran oportunidad para demostrar tus habilidades.
La idea de participar encendió una chispa en el corazón de Rey Potro. No solo era una oportunidad para probar sus habilidades, sino también para reconectar con el espíritu competitivo que siempre lo había acompañado.
El torneo se llevó a cabo en un gran anfiteatro al aire libre, rodeado de espectadores que vitoreaban con entusiasmo. Los entrenadores se alineaban, mostrando la diversidad de Pokémon que habían entrenado con dedicación. Rey Potro, con la determinación reflejada en sus ojos, inscribió su nombre y esperó su turno.
Primer combate: Rey Potro envió a Bulbasaur contra una entrenadora que usó un Charizard. El combate comenzó con Charizard lanzando un potente Lanzallamas, pero Bulbasaur esquivó ágilmente y respondió con Látigo Cepa para inmovilizar al dragón. Aprovechando la oportunidad, Bulbasaur cargó su Rayo Solar y, con un destello de energía pura, derribó al Charizard. La multitud rugió al ver la sorprendente victoria de Rey Potro.
Segundo combate: Squirtle se enfrentó a un Raichu. La velocidad de Raichu era impresionante, lanzando Impactrueno tras Impactrueno, pero Squirtle demostró su agilidad, esquivando los ataques y usando Refugio para protegerse. Esperó el momento adecuado y lanzó una poderosa Hidrobomba que impactó de lleno, dejando a Raichu sin fuerzas.
Tercer combate: Scyther tuvo que medirse contra un Machamp musculoso. El combate fue rápido y feroz, con Scyther usando sus veloces cortes para evitar los ataques directos de Machamp. Con un último Ataque Rápido y un corte preciso, Scyther logró derribar al gigante.
Cuarto combate: Eevee se enfrentó a un Alakazam. La batalla fue una lucha de estrategia y confusión. Alakazam usó sus poderes psíquicos para intentar controlar a Eevee, pero la pequeña criatura demostró su adaptabilidad usando Detección y Golpe Rápido para desorientar a su oponente. Con un último ataque de Doble Filo, Eevee se llevó la victoria.
Quinto combate: Luxray se enfrentó a un Electivire. El combate fue electrizante, con chispas volando por todas partes. Luxray usó su Poder Oculto para sorprender a Electivire, y tras un intenso intercambio de ataques, logró derribarlo con un Fulgor final.
Sexto combate: Dratini tuvo que enfrentar a un Gyarados. A pesar de la desventaja en tamaño, Dratini usó su velocidad y movimientos gráciles para esquivar los ataques del enorme Pokémon. Con un bien ejecutado Rayo Dragón, Dratini debilitó a Gyarados, asegurando su paso a la final.
Final del torneo: El oponente final de Rey Potro resultó ser Ash, su viejo amigo y rival. La multitud se quedó en silencio por un momento al ver a estos dos entrenadores legendarios enfrentarse.
Ash sonrió mientras lanzaba su primera Pokébola. —Vamos a ver de qué estás hecho, Rey Potro.
El combate comenzó con Bulbasaur enfrentando al Bulbasaur de Ash. Fue un duelo de estrategias similares, pero el Bulbasaur de Rey Potro logró una victoria ajustada gracias a su Rayo Solar bien cronometrado.
Ash respondió enviando a su Charizard, mientras Rey Potro eligió a Squirtle. La batalla fue intensa, con Charizard lanzando Llamarada tras Llamarada, pero Squirtle, con su Refugio y una potente Hidrobomba, logró debilitar al dragón.
El tercer enfrentamiento fue entre Scyther y el Pikachu de Ash. Pikachu usó su velocidad y ataques eléctricos para mantener a raya a Scyther, pero el insecto veloz resistió y contraatacó con Furia Cuchilla, llevando el combate a un empate.
Eevee se enfrentó luego a Snorlax, un desafío titánico. Eevee esquivó los ataques pesados de Snorlax y utilizó su agilidad para desgastarlo, pero finalmente, la resistencia de Snorlax fue demasiado, y Eevee cayó derrotado.
Luxray entró en acción contra el Infernape de Ash. La batalla fue un espectáculo de fuego y electricidad. Tras un intenso intercambio de golpes, Luxray logró un golpe crítico con su Rayo, dejando a Infernape fuera de combate.
El último enfrentamiento fue entre Dratini y el Greninja de Ash. Fue una batalla de velocidad y táctica, con ambos entrenadores demostrando su maestría. Finalmente, Dratini utilizó su Rayo Dragón en el momento perfecto, asegurando la victoria para Rey Potro.
La multitud estalló en aplausos mientras Rey Potro y Ash se estrechaban la mano, sonriendo.
— ¡Fue un combate increíble! —Dijo Ash—. Te lo mereces, amigo.
Esa noche, mientras la ciudad de Nara brillaba bajo la luz de la luna, Rey Potro y Ash se sentaron en un banco cerca del anfiteatro, con sus Pokémon descansando a su alrededor. Pikachu se acurrucó en el regazo de Ash, mientras Dratini enrollaba su cuerpo alrededor de la pierna de Rey Potro.
—Oye, Rey Potro —comenzó Ash, mirando las estrellas—, ¿alguna vez te has preguntado por qué nos gustan tanto los Pokémon?
Rey Potro sonrió, pensando en sus aventuras y en la conexión que sentía con sus compañeros.
—Supongo que es la forma en que nos hacen sentir vivos. Cada batalla, cada viaje, cada amistad... Los Pokémon nos enseñan sobre la lealtad, la valentía y el trabajo en equipo. No son solo criaturas; son nuestros amigos, parte de nuestra familia.
Ash asintió, acariciando la cabeza de Pikachu.
—Tienes razón. Para mí, Pikachu no es solo un Pokémon; es mi mejor amigo. Hemos pasado por tantas cosas juntos que no puedo imaginar mi vida sin él. Cada vez que capturo un nuevo Pokémon o gano una batalla, siento que estoy creciendo no solo como entrenador, sino como persona.
Rey Potro miró a sus propios Pokémon, recordando cada momento compartido.
—Creo que también nos enseñan sobre nosotros mismos. Nos muestran nuestras fortalezas y debilidades, y cómo superar nuestros miedos. En el fondo, ser entrenador no es solo sobre ganar batallas, sino sobre el viaje y las lecciones que aprendemos en el camino.
Ash sonrió ampliamente.
—Exacto. Y lo mejor de todo es que nunca estamos solos en ese viaje.
Ambos entrenadores se quedaron en silencio por un momento, disfrutando de la tranquilidad de la noche y la compañía de sus fieles Pokémon. Sabían que el camino por delante estaría lleno de desafíos, pero también de momentos inolvidables.
Con el corazón lleno de gratitud y determinación, Rey Potro se despidió de Ash, sabiendo que su aventura aún tenía muchos capítulos por escribir. Y mientras caminaba hacia el horizonte, sus Pokémon a su lado, sintió que estaba listo para enfrentar cualquier cosa que el destino le deparara.




Comentarios
Publicar un comentario